En este mural que trata a los Guanajuatenses más famosos, ubicado en la Casa de la Cultura de Irapuato, tenemos en primer plano a Don Miguel Hidalgo, de Pénjamo. A la derecha al pintor nacido el Guanajuato, Diego Rivera y al centro al Leones, el torero Rodolfo Gaaona.
Las Trojes de la Hacienda el Molinito quedan aun en la parte trasera de la que fuera la propiedad, aunque, evidentemente, como lo notarás, son de más reciente fábrica.
Las mismas Trojes vistas desde un ángulo distinto. Podemos apreciar los elementos tradicionales, los contrafuertes a cada lado, el par de bóvedas de medio cañon, las ventanas en la medida estándar para estos inmuebles, solo les falta las rejillas de madera que usualmente se colocaban para facilitar la ventilación y evitar que las aves entraran.
El puente El Molinito que sobre el Rio Lerma en su paso por Salamanca, al fondo las torres del Templo de San Agustin, las palmeras salen de donde la huerta del Convento.
Para quienes nacieron en Salamanca, el Molinito lo asociaban siempre como un campo de fútbol, esto en los años cincuenta, sesenta. Antes, en los cuarenta, se conocia por ese nobre al puente de fierro que se contruyó para dar paso a la carretera que Lázaro Cárdenas ordenó se construyera para unir a Salamanca con Morelia, es decir, al Bajío con Morelia, por su punto más cercano que era precisamente Salamanca. Y la carretara se comenzó a construir justo a un lado de El Molinito, la que fuera una de las prósperas hacienda de los Agustinos que se instalaron en Salamanca en el siglo XVII. Próspera por dos razones, una que estaba solo cruzando el río desde el Convento Agustino y otra, porque era la que surtía de aceite de oliva a buena parte del bajío. Es decir, el molino era de aceite.
Don Alfonso , el amo del Bable, en sus años mozos, justo antes de ponerse catri
n para irse a México a ver los Toros en la monumental.
Don Alfonso, era aficionado a los toros, tanto así que el sábado tomaba puntualmente el Pullman, vestido de catrín, para el domingo estar de vuelta en Salamanca luego de haberse regocijado en la corrida de toros de la Monumental en la ciudad de México. Sus comentarios los reservaba para aquellos que si supieran de toros. Tenía, un álbum con las mejores fotos de las mejores corridas de aquellos tiempos.
Ruinas que qedan de la que fuera la Hacienda de El Molinito.
La hacienda del Molinito fue, hasta la reforma y sus leyes de desamortización, propiedad de los Ag
ustinos, luego pasó a manos privadas. Para principio de los años veinte del siglo XX pasó a ser propiedad del torero más famoso de la época, del que fuera el "Torero de la Revolución", el llamado Califa de León, s¨, ni más ni menos que Rodolfo Gaona.
El Califa de León, Rodolfo Gaona.
De la Hacienda del Molinito no se sabe mucho, por no decir que nada, Se ubica dentro de la enorme propiedad de los Padres Agustinos, al lado sur del Río Lerma y era la que proveía del vital aceite de oliva para consumo de los seguidores del Obispo de Hipotana y, seguramente, los excedentes eran vendidos en la región. Esto sucedía en la primera mitad del siglo VXIII, cuando los árboles estaban ya en edad de producir aceitunas, poco tiempo duraría la producción pues al poco llegaría el bando en el que se prohibía el cultivo, por ende la producción de aceite, de oliva en el territorio de la Nueva España.
El puente de El Molinito, al fondo a la derecha la que fuera la Hacienda de El molinito.
Es en 1925 que Gaona adquiere El Molinito, lugar al que se veía llegar personajes ilustres de la época. Artistas, especielmente del sexo femenino y uno que otro político. "El presidente Ävaro Obregon era asiduo asistente a las corridas de toros, afición que no era detenida ni siquiera por atentados en contra de su vida. Por su parte, el estadista Plutarco Elïas Calles, además de disfrutar del espectáculo, gustaba de echar pie a tierra, tal como lo hizo en Pabellón de Arteaga, Aguascalientes el 4 de Diciembre de 1927. Respecto a Gaona, retirado en Abril de 1925, ya habia sido perdonado por la clase política mexicana. Como muestra de ello era la amistad que llevaba con Elias Callles, quien lo visitó en su finca El molinito, cerca de Salamanca, Guanajuato, el 13 de Diciembre de 1926.
Este camino es en realidad el bordo del Rïo Lerma que corre a la derecha. Del lado izquierdo los terrenos que fueran parte de la Hacienda de El Molinito.
El afamadisimo torero muera el 20 de mayo de 1975 en la ciudad de México. a la edad de 87 años, para ese entonces El Molinito ya habia pasado desde años anteriores a propiedad de la Familia Ledesma. De lo que fue originalmente la Hacienda de El Molinito no queda prácticamente nada.
Estas trojes pertenecen a la Hacienda de Chávez, que se localiza a escasos metros de El Molinito, en su momento fueron vecinas, actualmente está dentro de la Colonia Guanajuato.